Ya sea hecha en casa o adquirida en la tienda, la pasta es base en muchas culturas y utilizada en una variedad de platos. La Pasta es disponible comercialmente sobre 300 variedades de formas y tamaños. La pasta seca prevalece en la mayoría de los hogares debido a su conveniencia, ya que al cocinarla es rápido y no requiere esfuerzo y puede ser almacenada por largos periodos de tiempo. Los 2 principales ingredientes de la pasta son agua y semolina, que es un producto purificado derivado del trigo duro. Ingredientes adicionales, tales como el huevo o vegetales pueden ser utilizados para resaltar el sabor o coloración de la pasta.
Tras que los ingredientes apropiados son combinados, se forma y es mezclada la masa antes de ser transferida a la extrusora. La extrusora asegura que la masa se mantenga homogénea y es empujada a través de los moldes para formar las diferentes formas. Una vez que la masa toma forma mediante la extrusión, entonces debe ser secada. El secado es el reto y paso más crucial en la producción del secado de pasta, ya que el producto finalizado debe mantener su forma y abstenerse de su deterioro. La temperatura y el tiempo de secado varían basado en el tipo de pasta que está siendo producida.
Por ejemplo, la lasaña puede tomar hasta 15 horas a 150°F, mientras que los codos toman tan poco como 3 horas. Si la pasta es secada muy rápido, existe el riesgo que se quiebre la pasta; si la pasta es secada muy lento, puede potencialmente arruinarse. Mediante el secado y el envasado de la pasta, una larga vida es asegurada, como también la habilidad de transportar el producto sin el uso de preservantes.
Durante el proceso de secado, los grandes productores de pasta monitorean los niveles de humedad para asegurar la calidad del producto. Ya que la pasta es secada, el contenido de humedad cae aproximadamente de 30% a 12%. Durante esta reducción de humedad, la pasta cambia de consistencia plástica a elástica. En el estado plástico, es posible para la pasta ser distorsionada, mientras que en el deseado estado elástico, la pasta recobrara su forma deseada hasta su cocción. Estas características que son importantes para la calidad del secado de la pasta pueden ser controladas mediante la medición de temperatura y humedad durante el proceso de secado.
Un cliente se acercó a Hanna buscando el reemplazo del transmisor de humedad y temperatura que actualmente utilizaban. El transmisor de Humedad y Temperatura HI8666 fue recomendado al cliente. Ya que ellos tenían un sistema de obtención de datos en el lugar, el cliente fácilmente fue capaz de conectar el HI 8666 la entrada análoga del sistema existente.
El fabricante de pasta valoro el constante monitoreo que el compacto HI 8666 ofrecía. Ya que les permitía observar con confiabilidad y regular la temperatura y humedad en su proceso de producción. El HI 8666 viene equipado con una tapa sinterizada la cual prolonga la vida del sensor y reduce la cantidad de mantenciones necesitadas. El cliente también compro la cámara de calibración de HR HI 7102 con la solución de calibración de HR HI 7111/P para ambientes de baja humedad.
Mientras que los transmisores de Hanna son pre calibrado en fábrica, el cliente quería recalibrar al menos una vez al año para asegurar que sus lecturas se mantuvieran precisas. Por último, el fabricante de pastas aprecio las lecturas precisas y remotas ofrecidas por el HI 8666, el cual asegura que su pasta producida fuese de la más alta calidad.
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