Medición de pH en vacas lecheras como indicador de la movilización del ion calcio

Por Equipo Hanna | Hace 6 años 3 semanas en Aplicaciones | Comentarios

Constantemente se nos recuerda durante la infancia lo importante que es beber leche para ayudar el crecimiento de los huesos. Después de todo el crecimiento de los huesos depende del calcio y la leche tiene un gran contenido de este. Las vacas lecheras son la mayor fuente de este producto. Producir leche para el consumo humano requiere de una gran demanda de calcio para el animal. Si los niveles de calcio del animal son muy bajos (hipocalcemia) sufren de una condición conocida como fiebre de la leche. Los síntomas de la fiebre de la leche son agitación, temblores en los músculos de la cabeza y las extremidades. A medida que la condición progresa, el animal se desploma, se sienta, finalmente se acuesta de costado entra en coma y muere.

La habilidad de mantener suficiente cantidad de calcio en la leche de la vaca es crítico. La dieta de material seco no es suficiente para mantener la demanda de calcio durante la lactancia. El calcio debe venir de otras fuentes. Una de las fuentes es precisamente de los huesos, se ha demostrado que una dieta de sales aniónicas hace que el calcio de los huesos se transfiera a la leche. Recordemos que el calcio (Ca+2) es un catión divalente, esto quiere decir que este tiene dos iones +2 carga positiva. El anión es un ion de carga negativa. El cloruro de amonio y el sulfato de magnesio son ejemplos de sales aniónicas. El cloruro (Cl-1) y el sulfato (SO4-2) con aniones monovalentes y divalentes, respectivamente. Esto hace que atraigan los iones positivamente cargados en el calcio presentes en los huesos, causando así un aumento en los niveles de calcio en la sangre, que va a prevenir la fiebre de leche.

El desafío está en que demasiadas sales en la dieta no son muy agradables, pero hay que asegurarse de alguna manera que sean suficientes. Resulta que el pH de la orina de la vaca es un indicador para saber si hay suficiente sal en la dieta para asegurar la movilización del ion calcio. El pH ideal para la orina de la vaca debe estar entre 5.5 y 6.5. El pH es monitoreado antes de que la vaca ingrese en el periodo de lactancia conocido como periodo de sequía.

Un criador de ganado para carne presentaba el problema y la necesidad de monitorear el pH de la orina diariamente. Ellos producen un alimento alto en sales aniónicas, por la tanto buscaban comprobar el impacto del alimento. Estaban buscando proveer al granjero del ganado lechero un pH metro económico y fácil de usar.

El HI 98127 pHep 4 pH/temperatura fue el equipo recomendado. Además de ser a prueba de agua y de tener calibración automática, este medidor también tiene un indicador de estabilidad para que el granjero sepa cuando la medida es estable y la pueda registrar por escrito. Otras características que tiene este medidor son el electrodo intercambiable, porcentaje de la batería al iniciar y sobre todo es un equipo muy resistente.

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