Nueva planta de Albarrancho tiene 96%; prevén entrega en septiembre
Se alista la entrega provisional. Este jueves, las autoridades departamentales realizaron una inspección a la infraestructura.
Las obras de la nueva Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Albarrancho, en el sur de la ciudad de Cochabamba, tienen un avance del 96%. Prevén su entrega en septiembre y su puesta en funcionamiento dentro de un año.
La nueva planta está emplazada en el lado norte, tras las piscinas que se ven desde el ingreso a las instalaciones. Esta planta es única en Bolivia y una de las más grandes de Suramérica, después de una en Brasil.
Este jueves, autoridades departamentales realizaron una inspección al proyecto que es de ampliación y mejoramiento de infraestructura.
Las obras fueron financiadas con recursos concurrentes entre el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, a través de un crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF), la Gobernación de Cochabamba, el municipio y el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa). Tiene una inversión de más de 106 millones de bolivianos.
El gerente de supervisión, Marcelo Paredes, informó ayer que se prevé que la entrega provisional se lleve adelante durante este septiembre y la puesta en marcha se pueda concretizar aproximadamente en un año.
“Estamos en la etapa final de entrega provisional”.
A su turno, la gobernadora interina Nelly Pinto, sostuvo que para la puesta en marcha y funcionamiento del proyecto se debe gestionar presupuesto para capacitación al recurso humano para el manejo de la tecnología de punta.
El presupuesto que se requiere es de aproximadamente de nueve millones de bolivianos.
“Se ha implementado una gran infraestructura con equipo tecnológico de última generación; pero, para que pueda funcionar todavía se necesita presupuesto para capacitar a la gente para poner en marcha”.
Lo que restaría es la calibración, puesta en marcha y capacitación de personal para su funcionamiento.
Antes, el gerente de Semapa, Luis Prudencio, explicó las dificultades que enfrentaron debido a algunos aspectos en la licitación inicial en 2017.
Destacó que se deben seguir procedimientos, como la firma de un convenio intergubernamental, asignación de recursos y contratación de personal capacitado para manejar esta planta moderna, que requiere conocimientos especializados.
Hizo hincapié en la importancia de los aspectos relacionados con el tratamiento de aguas residuales, como el manejo de bacterias y lodos. Esta planta recibirá aguas residuales de toda la ciudad y se espera que contribuya a mitigar los olores y reducir la contaminación.
Durante varios años, los vecinos de las zonas aledañas vivieron expresando quejas debido a los malos olores. El proyecto estría enlazado con otras obras, como la mejora del sistema de alcantarillado en la ciudad.
La tecnología es combinada: anaeróbica y aeróbica. Según el portal web de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, el tratamiento anaerobio consiste en un proceso realizado por grupos bacterianos específicos que en ausencia de oxígeno trasforman la materia orgánica en una mezcla de gases, fundamentalmente metano y CO2, conocida como biogás. Los sistemas de tratamiento biológicos aeróbicos usan bacterias para remover material disuelto (DBO) del agua residual en condiciones aeróbicas (agregando aire).
Fuente: Opinión