¿Qué solvente necesitas para medir correctamente humedad en tituladores automáticos HI 934 y HI 933?
¿Cuál es el solvente adecuado para que tu proceso de titulación sea óptimo?
Si alguna vez te has preguntado qué tipo de solvente necesitas para esta tarea, estás en el lugar adecuado. En este artículo, te guiaremos a través de los conceptos básicos para que elijas el mejor medidor para tus necesidades.
Comprendiendo la importancia de elegir el mejor solvente
Antes de elegir el solvente adecuado, resulta fundamental comprender la importancia de la metodología de Karl Fischer (KF). La valoración mediante KF es un método universalmente reconocido para determinar el contenido de agua en una variedad de sustancias, tales como productos químicos, farmacéuticos, aceites y alimentos. El contenido de agua puede incidir en aspectos cruciales como la calidad, la textura, la vida útil, la estabilidad química y la reactividad de los productos.
¿Cuál es el efecto del solvente en la rección KF?
El solvente utilizado en la titulación constituye el entorno donde ocurre la reacción, por lo tanto, influye en la velocidad de la misma, el tiempo requerido y la precisión del proceso. Aunque el metanol es el solvente más comúnmente empleado para esta valoración, suelen incorporarse otros componentes como el imidazol, que permite ajustar el pH para optimizar el rendimiento del titulante. Esto asegura una titulación más rápida y reduce al mínimo las posibles reacciones secundarias.
Tipos de solvente según la muestra a valorar
Las muestras como aceites, grasas o componentes orgánicos suelen presentar baja solubilidad en metanol, por lo que requieren la ayuda de un agente adicional. En algunos casos, se emplean solventes como xileno, cloroformo, hexanol o clorohexanol. Además, se realizan ajustes en la configuración de la agitación. Nuestros tituladores automáticos HI 933 y HI 934 ofrecen la capacidad de ajustar el tiempo y la velocidad de agitación para cada método específico creado.
Puntos clave para elegir el solvente adecuado
Antes de elegir un solvente adecuado se debe tener claridad del equipo empleado, el cual depende del tipo de titulación, que puede ser volumétrica (HI 933) o coulombimétrica (HI 934).
Para el caso de las titulaciones volumétricas se emplean dos tipos de reactivos:
- Un componente: el titulante contiene yodo, dióxido de azufre y bases de imidazol, mientras que el solvente debe escogerse según las propiedades de solubilidad de la sustancia analizada. El medio más habitual es metanol seco. Esta configuración de reactivos presenta ventajas de practicidad, flexibilidad en la selección de matrices de muestras, aplicable para cetonas y aldehídos.
- Dos componentes: el titulante contiene yodo disuelto en una concentración específica de alcohol, mientras que el solvente es una solución alcohólica de dióxido de azufre e imidazol. Esta configuración de reactivos presenta ventajas como alta velocidad de valoración, alta precisión en pequeñas cantidades de agua, alta capacidad de amortiguación, mayor vida útil del solvente, resultados exactos y estables.
Para el caso de las titulaciones coulombimétrica los reactivos dependen del tipo de electrodo empleado, el cual puede ser con diafragma (HI 934D) o sin diafragma (HI 934):
- Con diafragma: El diafragma separa el ánodo del cátodo, por lo cual requiere 2 tipos de reactivos, un anolito (solución que está en el compartimiento del ánodo) y un catolito (solución que está en el compartimiento del cátodo). El anolito contiene yodo y un amortiguador de dióxido de azufre/imidazol en un disolvente especial para el tipo de muestra. El catolito normalmente contiene metanol, xileno y cloroformo para muestras aceitosas, mientras que para muestras como cetonas se recomienda dichos reactivos sin metanol. Las ventajas de emplear un electrodo con diafragma es lograr mayor precisión en cantidades mínimas de agua.
- Sin diafragma: Como los compartimientos del ánodo y el cátodo no están separados, solo se requiere un reactivo, el anolito.